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España, a la cabeza de biodiversidad marina en Europa

Los fondos de corales y las praderas de posidonia suponen un tesoro sumergido en España a conservar

¿Qué medidas llevar a cabo para salvar el coral marino?

Los peces de coral pierden sus colores como los corales

Biodiversidad marina
Ecosistemas como los corales y las praderas de posidonia son imprescindibles para preservar los ecosistemas marinos

España mantiene el liderazgo en biodiversidad marina de Europa, con una gran riqueza de espectaculares paisajes submarinos, arrecifes rocosos con coral, bosques de gorgonias o con importantes praderas de Posidonia Oceánica.

Todos estos ecosistemas constituyen un patrimonio natural único de en nuestro país que nos convierte en un gran atractivo para visitantes que deben estar cada vez más concienciados con el impacto ambiental de sus estancias.

La conservación de estos hábitats marinos es crucial para preservar la salud del Mediterráneo y liderar desde España la transición hacia un nuevo modelo ambiental, social y económico de bien e interés común.

Fondos coralígenos

Tenemos un tesoro natural indiscutible ya que aproximadamente el 9% de las aguas españolas están declaradas Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Conservación por su rica biodiversidad marina.

Con todo este bagaje natural, somos uno de los destinos principales en los que descubrir increíbles fondos coralígenos repletos de vida y de color. De toda Europa, España es uno de los países en los que más biodiversidad marina existe.

Ibiza, un paraíso submarino

Desde la Fundación Blue Life ponen como ejemplo la isla de Ibiza, uno de los destinos internacionales más demandados y exclusivos. En este lugar  se encuentran comunidades complejas y diversas de fondos coralígenos, además de frondosas praderas de Posidonia Oceánica. Estas praderas son las más valiosas del mundo, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1999 por ser el ser vivo más extenso y longevo del planeta.

Por eso, el trabajo de entidades españolas como la Fundación Blue Life, entre cuyos fines se encuentra la conservación y reforestación de los fondos marinos, centran sus esfuerzos en conservar y restaurar nuestro mayor tesoro submarino: los fondos marinos.

Actualmente, la red Natura 2000, red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad y mayor red de espacios protegidos de la Unión Europea, ha declarado casi un 9% de la costa española como Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Conservación por su rica biodiversidad, con el fin de asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat que los forman.

Las áreas estrictamente protegidas son las que se consideran más efectivas para restaurar la biodiversidad. El objetivo para 2030 es proteger un mínimo del 30% de la superficie marina del país, integrada por áreas de alto valor ecológico.

Riqueza submarina

Desde esta organización se destaca que los fondos coralígenos «constituyen la más compleja e importante de las bioestructuras de nuestros mares y son clave para conservar la salud de los mares y océanos».

En ellos, se combina la vida animal y vegetal creando una simbiosis en la que se necesitan los unos de los otros para sobrevivir. Son el hábitat de muchas especies, dónde, además, encuentran comida con la que alimentarse.

Este tipo de fondos, constituyen los hábitats con mayor biodiversidad de nuestras costas, llegando a albergar más de 300 especies de algas y unos 1.300 animales identificados, el 20% de las especies presentes en todo el Mediterráneo. De hecho, España es el segundo país de la Unión Europea con mayor biodiversidad marina, albergando más de 10.000 especies.

Alerta ambiental

Desde WWF se incide en que, a causa del cambio climático, la Tierra se ha calentado una media de 1,2 °C desde la época preindustrial y en los últimos 40 años hemos perdido el 50% de los arrecifes de coral. 

Por ello, si la temperatura global promedio aumenta 1,5 °C, la pérdida será de entre 70% y 90%. En un mundo con 2°C de calentamiento, solo quedará el 1 % de nuestros arrecifes de coral.

El impacto que actualmente sufren las poblaciones de coral, al igual que otras muchas especies marinas, no tiene un único origen ni causa, sino que es consecuencia de varios motivos.

Corales en Ibiza
Fondos coralígenos en Ibiza

Proteger los corales y la posidonia

Entre las amenazas que estresan estos ecosistemas están la explotación de determinadas zonas costeras, la presión por el elevado número de turistas que visitan un mismo territorio en unos pocos meses al año, el fondeo de embarcaciones de manera descontrolada, la pesca furtiva, etc.

Óscar Caro, presidente de la Fundación Blue Life advierte que “es importante que tengamos una visión multidisciplinar y transversal para afrontar este gran reto al que nos enfrentamos e introducir urgentemente cambios profundos y transformadores en todos los sectores de la sociedad, impulsando de manera activa la colaboración público-privada y la participación científica, de las comunidades locales y de los turistas durante su estancia en este tipo de iniciativas».

Desde la fundación se resalta que «entre las especies más afectadas por episodios de mortalidad masiva en el Mediterráneo, encontramos algunas emblemáticas como son las poblaciones de coral y las praderas de Posidonia, que son clave para el mantenimiento del funcionamiento y la biodiversidad de los principales hábitats costeros».

En el caso de la Gorgonia roja (Paramuricea clata), que se encuentra sobre fondos rocosos o coralígenos, y a la que prestamos especial atención desde la Fundación, puede llegar a los 130 cm de altura en el equivalente a 100 años de edad.

La blanca (Eunicella singularis), clasificada como “casi amenazada” y otro de nuestros focos de investigación, alcanza los 55 cm. La alta sensibilidad a los impactos antropogénicos (los causados por el ser humano), el aumento de las temperaturas del agua y el estrés a las que se someten por las olas de calor hace que una vez afectadas, su posterior recuperación sea muy complicada y pueda llegar a costar décadas.

Turismo regenerativo

Entidades como la Fundación Blue Life con el apoyo de la Fundación Banco Santander, son pioneras en la implantación de proyectos que contribuyen a la conservación y restauración de las poblaciones de coral a través de la participación ciudadana y el turismo regenerativo.

“Educar y enseñar a la comunidad, visitantes, residentes y colectivos directamente implicados, es fundamental para implantar modelos de protección eficientes y eficaces. El desafío de la educación ambiental es promover una nueva relación entre la sociedad y su entorno natural, involucrando a las generaciones presentes en su protección, y asegurando un mejor desarrollo personal y como sociedad, más justo, equitativo y sostenible.”, añade Caro.

Desde la Fundación Blue Life se presta especial atención a la divulgación y sensibilización entre la comunidad escolar y educativa, siendo este uno de los pilares de su acción para la protección presente y futura de la biodiversidad marina y de la salud del planeta.

Cultura sumergida

También contribuye a caracterizar nuevas poblaciones de coral no inventariadas en el Mediterráneo, poniendo especial interés en la Reserva Marina de la costa noreste de Ibiza donde existe una “cultura sumergida” de poblaciones no inventariadas de coral en los montes submarinos.

La entidad reconoce que es“imprescindible caracterizar y poner en conocimiento de las autoridades, y del personal investigador de referencia, estas poblaciones, para que se tomen medidas urgentes para su protección efectiva.”

Sandra Espeja, Coordinadora del Programa de Ciencia Ciudadana Marina en Baleares de Marilles Foundation y Observadores del Mar, habla de la importancia de los fondos coralígenos, que “son el hábitat de muchas especies, aportando cobijo y alimento. Protegen la costa de la erosión de las olas. Además, son grandes indicadores del cambio climático, porque les afecta gravemente el cambio de temperatura.”

Restaurar el Mediterráneo

La labor de la Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible) ha sido reconocida recientemente por el programa Santander for the Seas, de la Fundación Banco Santander, como uno de los mejores proyectos nacionales a favor de la restauración del fondo acuático del Mar Mediterráneo.

La Fundación Blue Life, es una entidad sin ánimo de lucro, entre cuyos fines se encuentra la implementación de la economía azul y circular y del turismo sostenible y regenerativo, como elementos esenciales para el desarrollo presente y futuro de las personas, los territorios y la sociedad en su conjunto en la isla de Ibiza.

Desde 2021, la Fundación Blue Life ha liderado iniciativas innovadoras en Ibiza, Islas Baleares y España, cuyo objetivo principal es fomentar entre la ciudadanía, las administraciones públicas y las entidades de distintas ciudades y comunidades autónomas españolas, una cultura regenerativa basada en la innovación y la educación.

Esta cultura es un pilar esencial, no solo para la biodiversidad marina, también para transformar los destinos y territorios hacia un nuevo modelo ambiental, social y económico, que se centra en la naturaleza y la recuperación del medio ambiente y, en particular, de los ecosistemas marinos.

Arrecifes de coral en el mundo

WWF consideran de vital importancia los arrecifes en nuestro planeta ya que «cubren menos del 0,1 % del fondo del océano, pero albergan una cuarta parte de todas las especies marinas de la Tierra. Es decir, son ecosistemas increíblemente biodiversos, que acogen a una compleja red de organismos, que incluye a seres los humanos».

Se calcula que alrededor de 850 millones de personas en el mundo dependen de los arrecifes de coral para su alimentación y forma de vida. Estos arrecifes pueden ser sustento de unos 30 millones de pescadores a pequeña escala.

Además, el turismo submarino para ver los corales es una importante industria que proporciona trabajo a miles de personas en algunos de los países más pobres del mundo.

También se utilizan cada vez más para mejorar nuestra salud, dado que permiten tratamientos para el asma, la artritis, el cáncer y otras enfermedades.

Por último, apuntan desde WWF,»estas enormes estructuras vivas suponen una barrera física contra los daños que el mar puede ocasionara con tsunamis o tormentas, ya que pueden reducir la fuerza de las olas hasta un 95 %».